A medida que un motor va incrementando su tiempo su
trabajo, las posibilidades de presentar alguna falla se incrementan debido a la
presencia de impurezas dentro de su interior o algún mal manejo que al final
termina perjudicando el funcionamiento del motor.
Dentro de las principales funciones de los filtros para aceites está la de
separar el agua del aceite, este proceso impide que se produzca la corrosión y
desgaste prematuro del motor. Los expertos en el tratamiento y mantenimiento de
motores, se recomienda que los filtros se reemplacen cada 20 mil kilómetros
para algunos vehículos y en otros puede llegar hasta los 40 mil kilómetros de
recorrido.
En un sondeo rápido realizado por los diversos centros
mecánicos de la ciudad se logró corroborar la mala técnica que la mayoría de
conductores y propietarios de vehículos, que esperan que el motor presente
algún tipo de desperfecto para llevarlos al mecánico, quien no siempre da
buenos pronósticos de la situación del motor de la unidad motorizada.