Cuando
las cosas no salen bien enseguida comienzan a buscarse culpables por todos los
sitios. Eso es lo que está pasando en Ferrari, donde los máximos responsables
de la marca del caballo rampante están
intentando achicar agua ante la inexplicable pérdida de fiabilidad de sus
coches. Como podrás leer en esta
noticia, ahora ha sido el jefe de motores el que ha tenido que ver cómo su
trayectoria de cinco años ha sido cercenada de golpe.
La
verdad es que algo tiene que estar pasando en una marca que antes era
dominadora absoluta y que ahora apenas si sobrevive dentro de la élite. Y no es
porque esté Alonso dentro, pero nos gustaría ver cómo el asturiano se vuelve a
alzar con el trono de la F1, sobre todo por ver de nuevo a los bólidos rojos
dominando el asfalto. Se les echa de menos, la verdad.
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