jueves, 13 de diciembre de 2012

Del laberinto.... A la M-30



La verdad es que esa mañana nos ocurrió como en el juego de la oca, que una mala tirada (en este caso nuestra falta de previsión) nos hizo perder todo un día de un lado para otro. Los que estén habituados a la conducción en la gran ciudad sabrán de lo que estamos hablando, sobre todo si lo que buscas no sabes dónde está. Toda una mañana arriba y abajo gastando combustible (que actualmente y al precio que está parece casi un producto de lujo) y sin sacar nada en concreto. Como afirmamos en el título que da entrada al presente artículo, parecía que habíamos caído en el laberinto del citado juego y que éste nos remitía, insistentemente, a la M-30. Y a la 40, la 45, la 50...
En ocasiones estas eventualidades nos ocurren porque no dedicamos unos minutos del día para reflexionar con tranquilidad qué es lo que necesitamos. Teniendo como tenemos una conexión a Internet y siendo tan intuitivas las búsquedas que realizamos, andar de un lado a otro por la capital de España no tiene sentido. En nuestro caso el asunto era aún más hiriente porque en la Red existe una magnífica página que nos reúne toda la información necesaria para pasar la itv en tres cantos, que era precisamente el trámite que teníamos que cumplir.
Cuando al día siguiente, después de hacer la citada búsqueda, entrar en la página anteriormente nombrada y reunir la información pertinente, pudimos acceder al fin a la estación ITV que buscábamos, reflexionamos sobre la enorme cantidad de tiempo que habíamos empleado para tal fin y lo poco rentable que había sido esa inversión. Parangonando la situación con la de los inversores de bolsa, era como si hubiésemos comprado acciones de una empresa a ciegas, sin estudiarla primero, y luego comprobáramos, incrédulos, el derrumbamiento del precio de las mismas.
Así que nuestro consejo está claro: previsión y anticipación. Si tenemos las herramientas y tenemos los recursos, ¿por qué no invertirlos en sacarles el máximo partido para evitarnos esperas interminables, rodeos estresantes y búsquedas a ciegas? Nosotros, desde luego, no pensamos volver a pasar otro día eterno dentro del coche (a pesar de que nos guste conducir). Aunque claro, también es cierto que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra...

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