Como es normal, con la bajada del poder adquisitivo de gran parte de los españoles es cada vez más común recurrir a lo que antes parecía impensable que es recurrir a piezas usadas para reparar los vehículos.
En el caso de muchos españoles que todavía conservan sus trabajos, el mayor gasto que tienen es el desplazamiento y más aún si utilizan sus propios vehículos. A parte de los precios escandalosos de los carburantes la propia persona tiene que asumir los costes del mantenimiento, incluidas reparaciones inesperadas que muchas veces llegan a trastocar la economía familiar.
Cada vez más son los que optan por utilizar un buscador de recambios de desguace que en caso de reparaciones grandes les permite ahorrar hasta el 50% y así poder asumir los gastos imprevistos.
Incluso con todas estas opciones, muchos españoles se ven avocados a tener que abandonar sus vehículos en los propios talleres ante la imposibilidad de poder asumir el pago de las facturas. Como demuestran las estadísticas del año 2011, más de 75.000 vehículos fueron abandonados en talleres por estas circunstancias.
Con tan gran aumento de los abandonos tanto en talleres como en la vía pública, la dirección general de tráfico se vio obligada a crear una ley que permite a los talleres deshacerse de estos vehículos o incluso venderlos pasados 3 meses desde su abandono. Esto ha permitido a muchos talleres recuperar el dinero invertido en las reparaciones y a los desguaces obtener piezas en buen estado que pueden comercializar como piezas usadas.
Hay que señalar, que en el caso de las piezas comercializadas por los desguaces, todas ellas disponen de garantía por lo que los usuarios deberían estar tranquilos en caso de que opten por adquirir este tipo de recambios.
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